Los
mapas no esconden ningun secreto para este infatigable explorador.
Ha sido capaz de conducir con éxito un rebaño
de mamelucos desde las altas tierras de Jaén hasta la
capital de la Vega Baja del Segura. En más de una ocasión
tuvo que jugarse la vida para salvar la de sus discípulos,
es especialmente memorable aquella en que, camino del Cenajo
estuvieron a punto de perecer deshidratados y convirtió
el gasóleo en agua. Entre sus cualidades como biciclista
destaca la de bajar puertos “a tó meter”.
Unas horas antes de comenzar la ruta recibió la inesperada
noticia de su próxima ascensión a los altares
almohácenos, pero no dejó que esto le desconcentrara
y su rendimiento estuvo a la altura de los que todos esperaban:
Un completo desatre.
David Ruano (alias “Miracielos”)
Érase un hombre a unos prismáticos
pegado. Gran naturalista pajaril, cuyas últimas investigaciones
han demostrado que el Águila Perdicera caza perdices,
la Culebrera, culebras y el Nosecuantos Ratonero se alimenta
fundamentalmente de pequeños roedores, además
de haber puesto al descubierto que estas tres aves comparten
la característica de volar muy alto.
Como biciclista es bastante completito, aguanta bien las subidas,
no pierde comba en los descensos y llanea con cierta clase,
perfectamente encuadrable en la categoría de infame aspirante
a globero.
Últimamente sufre un gran acoso por parte de los paprazzi,
que tratan de fotografiarlo como Dios lo trajo al mundo.
Su plato preferido es la tortilla de patatas cocinada al estilo
pueblerino.
Manuel Brotóns (alias “Emparejador”)
Es el orden y la minuciosidad
personificados. Imposible no maravillarse ante la milimétrica
disposición de sus alforjas a 47’30 cm. del suelo
y una distancia entre ellas de 25’20 cm., con un pulpo
que, escribiendo un ángulo de 40’15 grados, abarca
perfectamente ambas alforjas y ejerce una presión que,
teniendo en cuenta la velocidad media de pedaleo, equilibra
todo el conjunto.
Su virtud mas destacable como biciclista es la de realizar descensos
vertiginosos, siempre seguido de una gran nube de polvo. En
las situaciones de tranquilidad y relaz tiende a perder la verticalidad
y a caer de la bici como un fardo. Un defecto: jamás
nadie le vio quitarse el casco.
Norberto Granero (alias “Turmix”)
El inventor de la batidora
se inspiró sin duda en el movimiento de las piernas de
este insigne biciclista. Cuando la carretera se empina mueve sus
extremidades inferiores a la velocidad del sonido, más
aún, del correcaminos. Todo un espectáculo, lamentable
pero espectáculo a fin de cuentas.
Se alimenta fundamentalmente de caracoles de los pequeños
(cristianitos), si bien no le hace ascos a los cremosos helados
servidos en tarrinas para tios de un metro ochenta.
A pesar de arrastrar una gravísima lesión que casi
le deja inútil (mas todavía), ha superado sin dificultad
esta dura prueba.
Antonio Sabater (alias “Esponjoso”)
Capaz de ingerir varias veces al día el equivalente a su
peso corporal en cerveza, en situaciones de gran escasez puede
adaptar su organismo hasta el punto de llegar a tolerar el agua
mineral sin gas.
Entre sus mayores virtudes destacan la de ser un completo desastre
manejándose con las alforjas y la de bajas puertos “a
paso carreta”.
Ha tenido el honor de ser el juntaletras oficial de esta aventura
y espera haber reflejado siquiera una pequeña parte de
lo mucho y bueno que ocurrió a estos cinco compadres durante
unos cuantos días del mes de agosto de 2004.
GRACIAS CHICOS Y ¡HASTA LA PRÓXIMA!
-no olviden la vaselina