Yeste-Elche de la Sierra, 70 Km
Viernes 6 de agosto de 2004.
Se levanta el campamento a las siete de la mañana,
desayunan en el hotel de Yeste y a las nueve están en marcha
hacia Pantano de la Fuensanta. Durante la subida ven ciervos, corzos
y algún que otro pajarraco ¿garzas?, ¿garcetas?,
¿garcillas? (perdona David). A media mañana llegan a Casas
del Pino, llenan los bidones en una fuente y en el pueblo siguiente
se sientan a tomar unas cervezas y un jamón que parece cortado
con un hacha. Y enseguida otra vez en marcha hacia Letur por carretera,
al final de una larga recta está el pueblo. Poco antes de llegar
están a punto de perder a uno de sus miembros, Norberto consigue
esquivar a unos pastilleros suicidas que pretendían atropellarle.
A las dos de la tarde entran triunfales en Letur, llenan los bidones
y se ponen los bañadores detrás de un biombo antes de
lanzarse al agua de una poza que es la piscina del pueblo. A David se
le viene abajo el biombo mientras se cambia (ver fotos), pero eso no
le impide disfrutar del agua como el resto de sus compañeros.
Después del baño, a comer, encuentran un bar en la plaza
del pueblo donde son atendidos por una simpática camariera riussa,
que en un perfecto castellano recita la carta:
- “Teniemos pitarrillas, gambas riebociadas, sepia; pero no teniemos
pinchos morena, ahora bien, nuestria espicialiedad es el rabo, eso sí
rabo griande en plato pequenio que se comie sin teniedor.
- ¿Puede repetir, por favor?
- No lo repito, porque diess vesess soiss, diess vesess digo”.
Finalmente se comen lo que les trae y vuelven a la piscina, donde duermen
la siesta, repetan, aplauden a David por su salto del Ángel y
a las seis están preparados para volver a rodar.
Salen de Letur por un descenso vertiginoso y llegan a un riachuelo que
les impide el paso,…….. ¿lo cruzarán, no lo
cruzarán?,…….. Brotóns está dispuesto
a descalzarse, a otros menos valientes (Saba) les aterra la idea de
pisar una culebra o, lo que es peor, caerse y hacer el ridículo,
David, buscando una salida o haciendo sabe dios qué, va a dar
con sus carnes en unas zarzas. En estas descubren que hay un puente
al lado, lo cruzan y tras pasar un túnel de árboles comienza
a empinarse el camino a medida que se alejan del río, algunas
dudas sobre el camino a seguir son resueltas por Yagües con un
autoritario “vamos por aquí y todo el mundo a callar”.
El descenso es muy peligroso y Saba se cae, hiriéndose de gravedad
en la pierna izquierda, es atendido por Norberto que consigue cortar
la hemorragia y curar la herida; pero ha perdido mucha sangre y está
muy débil…….¿aguantará?
Llegan al poblado fantasma conocido como Almazarán, donde se
hacen unas simpáticas fotos y continúan de inmediato porque
les puede anochecer en medio de la nada. Se equivocan de camino al cruzar
una rambla y comienzan a subir por un camino pedregoso, muy pedregoso,
pedregosísimo, la mayoría sufre una pájara considerable
que mitigan con unas barritas energéticas davidianas y así
pueden llegar hasta la carretera. ¡Ah, se me olvidaba! antes divisan
un águila ………. perdicera o culebrera, no sé
(perdona David). Una vez en la carretera se enfrentan a un importante
dilema: ¿Elche de la Sierra está a la derecha o a la izquierda?,solución
paran a la Guardia Civil:
“Nos hemos perdío mirusté. ¿Pa donde echamos?”
Ocho Km. más tarde ya están nuestros héroes en
Elche de la Sierra, son las nueve y cuarto, han sido 70 Km. en ¡DOCE
HORAS!. Deciden dormir en un hotel y encuentran el Hostal Metro, que
no está mal. Cenan en un bar cercano a base de cordero y otras
cosillas, toman un helado, hacen un poco de barrerismo (ver fotos) y
se retiran a sus habitaciones a repetar y soñar con hermosas
mujeres portando enormes tortillas de patatas.