Fuente Segura-Yeste, 78
Km
Jueves 5 de agosto de 2004.
La noche ha sido bastante fresquita, hasta el punto
de tener algunos síntomas de congelación en los dedos,
que afortunadamente no han precisado de amputaciones. Son las ocho de
la mañana y se disponen a recoger el campamento, desayunar y
preparar las bicis, nada un momentito………., a las diez
todavía están moneando. Por fín se ponen en marcha,
para empezar unas cuestecitas, un pajarraco volador (perdona David)
y una manada de reses bravas (presencian un coito vacuno). Así
llegan al primer descenso de la ruta conocido como “despierna-caballos”
(Yagües dixit), la bajada es pronunciada y peligrosa (Brotóns
se pone casco), además de salpicada por numerosos incidentes:
pinchazos, problemas de Saba con las alforjas, pérdidas d equipaje;
pero todo merece la pena por ver un paisaje como éste (ver fotos).
Algunos pajarracos más tarde (perdona David), nuestros valientes
llegan a una pequeña fuente-cascada en la que se dan un bañito
desinhibido (ver fotos) y continuan ruta hasta un barecito pintoresco
en el que son agasajados con unos quinticos y sus correspondientes tapas
(recordemos que siguen en Andalucía). Salen bien hidratados del
bar y continúan pedaleando bajo un sol de in-justicia, así
estarán hasta que a las tres y pico de la tarde, al borde de
la deshidratación, encuentran otro bar en el que cobijarse: aire
acondicionado, cañas, lomo de orza,…... justo lo que necesitan,
además el propietario les informa sobre una poza cercana apta
para el baño.
Son las cinco de la tarde cuando llegan a la poza, sin pensarlo dos
veces se tiran de cabeza y disfrutan del reconfortante baño.
Al salir del agua son atacados por una nube de tábanos que merman
sus ya muy debilitadas fuerzas, aún así tienen el temple
suficiente para hacerse un peta y ahuyentar a tan peligrosos enemigos.
Una hora mas tarde se ponen en marcha con dirección Yeste, una
cuesta de una flecha espera para destrozarlos y así, destrozados,
llegan por fin a Yeste. Son las siete de la tarde, han sido 78 Km. en
¡NUEVE HORAS!
Tras beber agua en la fuente del pueblo visitan el bar de un colega
biciclista y se dirigen a la piscina municipal, allí tapita de
queso y cristianitos que le gustan a Yagües y Norberto. A pesar
de estar cerrada la piscina los permiten darse un baño y Saba
se alegra tanto que pierde el equilibrio.
Después del baño, opípara cena a base de orejita,
huevos fritos con patatas, cerveza y vino con casera poco vino y mucha
casera). Buscan el parque y descubren que por estos lares se acostumbra
a repetar los jardines, al menos así reza un cartel, por lo que,
haciendo gala de su exquisita educación, repetan antes de dormir
y soñar con gigantescas tortillas de patatas.
