Nos elevábamos hacia el abismo cortando el cielo a nuestro paso. Un manto blanco inundaba la vista alcanzando todo lo que nos rodeaba y sintiendo la llamada del señor.

Allá vamos ilustrísimo!!! gritó nervioso Turmix
Así debe ser el infierno!!! comentó Chacal
Vamos a dirigirnos hacia la lus!!! ordenó Pistachín

El diablo acechaba al otro lado de la espesa niebla mientras recorríamos nuestros últimos metros. Una cabaña al fondo adivinaba el final de nuestra aventura y vislumbraba el fatal final, el infierno, o en el peor de los casos, las llamas del purgatorio.

Aquel extraño aparato nos escupió hacia alante con la fuerza de un gigante haciéndonos deslizar con los extraños artilugios que llevábamos en los pies.

Habíamos llegado a lo más alto, al infierno, al cielo, al paraíso, al purgatorio. Allí estábamos los cuatro asomándonos al balcón de nuestras vidas con el nerviosismo del primer beso cuando en mi interior solo quedaba una frase.
" Si esto es el infierno... me quiero morir "

Oiga, que tomates tengo oiga
tomate risaaaaaaaaaaaao
tomate gustosiiiico
tomate sabroooooso
quel colacao mas riiiiico

Oiga, que tomates tengo oiga
que color más boniiiico
que sabor más gustosiiiiico
que brillo más brillantosiiiico
relusientes como un espejiiiiico

Oiga que tomates tengo oiga
no los vendo ni pos sien
ni por mil
ni por un milloniiiiiiiiico
tan solo pido
veinte duriiiiiicos
que al cambio son cuatro euriiiiiicos

Oiga que tomates tengo oiga

El brillo de mi piel me deslumbra cuando miro.
Mi tacto a cambiado. Suave, suave cuando paso el pulgar acariciando la frágil pelambrera de mis brazos.
A cada bocanada siento como toneladas de aire inundan mis pulmones llenándolos de una sensación de bienestar y placer.

Cierro los ojos y oigo las perfectas palpitaciones de mi corazón latiendo puntualmente a ritmo frenético.
Aprieto los dientes y noto que todo lo puedo, que todo está a mi alcance, que todo se funde como mantequilla al paso de mi voluntad. Nada se me escapa y advierto el poder en todo mi cuerpo de aquel que tienes virtudes de superhéroe.

Mi transformación está siendo eficiente.
A través de mis pantalones se deslumbra una peculiar prenda roja que coloniza mi camiseta. Oigo risas pero hago caso omiso al jaleo. Solo yo sé el poder que se me está confiriendo, solo yo alcanzo a comprender el porqué de este repentino cambio.

Solo yo sé que en algún rincón del mundo alguien está necesitado de mi poder, de mi fuerza, de mi potencia.

El caballero del Cheroky está paulatinamente abandonando su condición de humano para convertirse en algo fuera de lo común.

Está siendo llamado a pertenecer al elegido grupo de los superhéroes.

El caballero del Cheroky se está transformando el Megahead.